Reconectar para desconectar: Las labores como forma de meditación

En un mundo cada día más sumido en la prisa y en la inmediatez, los hobbies meditativos resultan una vía de escape y relajación cada día para más gente. Si a esto le sumamos el auge de la concienciación medioambiental y el impulso de la moda circular, el resultado es un crescendo paulatino del universo de las labores.

Anna Tomàs (La Vanguardia, 2022) lo denomina «El yoga del siglo XXI» en su artículo El hobby que Julia Roberts o Russell Crowe utilizan para desconectar, publicado el pasado 11 de noviembre. En el escrito explica cómo cada vez más famosos se suman a la práctica del punch needleuna técnica de bordado en relieve que arrasa entre las modas handmade.

Concentración y mindfulness

Parte del éxito del punch needle reside, para Tomàs, en la facilidad de esta técnica: «No necesitas conocimientos de bordado ni tienes que estar contando cada puntada como ocurre con el crochet», explica la periodista.

Es decir, que se trata de un recurso perfecto para poner en práctica el mindfulness; este ejercicio consiste en centrar la atención de forma plena en una única actividad, como respuesta activa a la sobresaturación de estímulos visuales y sonoros que nos rodean y que pueden llegar a abrumarnos.

Agujas Intercambiables de punto de The Mindful Collection, Knitpro

En este sentido, todas las técnicas manuales resultan útiles para desarrollar la «conciencia plena» o mindfulness y mejorar así nuestra capacidad de concentrarnos frente a una realidad multipantalla y cargada de impulsos que resulta cada día más apabullante. Tal es así, que marcas como Knitpro han desarrollado su propia gama bajo este título.

Un universo de posibilidades​

Lo manual vive un apogeo como nuevo hobbie de los famosos precisamente por los altos niveles de estrés y ansiedad que se alcanzan en el mundo del espectáculo. Y no sólo ocurre con el punch needle; notamos también como el punto, el ganchillo, el macramé o la costura suman cada vez más adeptos y aprendices.

En resumen, la moda y las tendencias nos muestran una vez más que funcionan de forma circular, y, en este caso,  que pueden convertirse en un mecanismo de desahogo y tranquilidad para todos.